CONECTIVISMO: ADOLESCENTES A "220"

La familia y la escuela son instituciones que ante el auge de los medios de comunicación, van perdiendo terreno en el proceso de socialización. El desarrollo de la robótica doméstica (demótica) y el incremento del consumo de la tecnología, es vivido con total naturalidad por las generaciones más jóvenes, mientras que las más “viejas” sufren su “rusticidad” mirando desde afuera la tecnocultura.

T.V., D.V.D., cámaras digitales, filmadoras, computadoras, consola de videos juegos, celulares, MPn°“X”, etc. son productos del avance tecnológico y pasan a ser un miembro más de la familia y, en muchos casos, la extensión de uno mismo. Las actividades cotidianas, hasta las más simples, requieren de conocimientos específicos (aunque muchos de ellos superfluos) y de objetos tecnológicos más allá de la resistencia de los  “rústicos” (categoría de la cual intento salir).

Los medios de comunicación favorecen las relaciones sociales, pero difieren de las maneras tradicionales de relacionarse. Generan miedos esperables como sucede con todo cambio.

La libre circulación de la información (confiable y no confiable, pertinente/no pertinente), la velocidad con la que transita, el  achicamiento de las distancias, la redefinición de espacio, las modificaciones en la forma de organización, la creación colectiva de la información, la permeabilidad entre lo público y lo privado, la cultura de la imagen, el nuevo lenguaje adolescente, el  multitasking, la satisfacción inmediata, son algunas de las características de este mundo interconectado.

Prensky caracteriza a las generaciones, en cuanto a su relación con la tecnología, como “nativos o inmigrantes digitales”. Considerando que en la escuela concurren distintas generaciones, habrá que analizar la forma en que esta se relaciona con la tecnología, para tomar decisiones (“apertura mental digital”) que se traduzcan en  propuestas pedagógicas  de interés y utilidad para los adolescentes.

Te sugiero: http://www.youtube.com/watch?v=0QH0IyT0V0A

Conociendo a Marc Prensky